Las gemas de color verde son símbolos de la naturaleza, la paz y la armonía. Su color refleja la vida y la esperanza, además de que se dice que estas tienen poderes curativos y espirituales. Entre las gemas verdes más hermosas y valiosas se encuentran la esmeralda, la tsavorita y el peridoto. Estas tres piedras tienen características únicas que las hacen destacar entre las demás. 

Esmeralda 

La esmeralda se trata de la gema de color verde más famosa y buscada que existe. Pertenece a la familia de los berilos, y debe su color verde intenso a la presencia de cromo y vanadio. Las esmeraldas más apreciadas suelen provenir de Colombia, donde se encuentran ejemplares de un tono verde hierba muy puro. También existen otras fuentes muy importantes de esmeraldas como Brasil, Zambia o Etiopía. 

Esta gema es muy frágil, por lo que suele presentar inclusiones o imperfecciones internas que le dan a la piedra un aspecto único y natural. La esmeralda suele tallarse de forma rectangular, con las esquinas truncadas para así resaltar su brillo y protegerla de los golpes. 

Tsavorita 

Esta es una variedad del granate grossularita, que forma parte de la familia de los granates de calcio. Su color verde se debe al vanadio y en ocasiones también a la presencia de cromo. La Tsavorita fue descubierta en el año 1967, en un parque nacional de Tanzania que da nombre a la gema. Pero este no es el único lugar en el que podemos encontrar esta piedra, sino que también se ha hallado en Kenia, Madagascar o Turquía. Además, se trata de una gema muy escasa, que en ocasiones puede hasta llegar a competir con la esmeralda en brillo y color.  

Peridoto 

El peridoto es una variedad de olivino, un mineral formado por silicato de magnesio y hierro, siendo este último el elemento que le aporta la tonalidad verde. El peridoto puede encontrarse en rocas volcánicas y en meteoritos, siendo sus principales fuentes de procedencia son Birmania, Pakistán, China y Estados Unidos. 

Además, se trata de una gema muy antigua, que se encuentra entre nosotros desde hace miles de años. Los egipcios la llamaban “piedra del sol” y la empleaban como amuleto protector. Esta gema suele encontrarse tallada en formas redondeadas y ovaladas que realzan su color y lustre. 

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